Su infancia fue difícil, y hasta un maestro le hizo escribir 300 veces: “Soy inculto”, por su afición a la pintura. Pasó muchos obstáculos, sobre todo por la discriminación absurda a su raza.
Transcurrieron los años< tuvo su primer amor y beso con la patojita María, una hermosa y delicada flor de su época. La muerte de su amigo Manjarréz lo marcó para siempre y fama tocaba a su puerta poco a poco. Superando los impedimentos de la época.
Podemos nombrar infinidad de cuadros de Guayasamín, pero señalaré algunos que son los más representativos:
Uno de ellos es el cuadro llamado “La Madre” en el cual se observa a una mujer cargando a su hijo totalmente desnutrido, un cuadro para pensar que la miseria aún existe y que a nadie le importa. También destacaremos una serie de cuadros denominados “La Edad de la Ira” donde se observa una infinidad de cabezas con dientes listos para descuartizar. Todos estos para representar la crueldad de la guerra, que se come a inocentes, que mata ilusiones y aniquila esperanzas.